Desierto, estación Wadley, terminado el viaje Mexicano…

“A un paso del gran venado, aposento del gran Espíritu Sagrado, lugar de rezos donde las

ofrendas son escuchadas y guiadas por el gran Venado Azul… Wirikuta… Wirikuta…Wirikuta.”

Canción medicina. Nos adentramos al desierto con la mejor de las intenciones, mi amigo y yo en busca del abuelito Híkuri más conocido en occidente como Peyote. Los occidentales tenemos cierto juicio a algunas plantas de poder, las cuales son sanadoras tanto a nivel físico como a nivel espiritual y emocional, a veces se considera que la gente que las consume se esta drogando pero después nos tomamos pastillas que salen de un laboratorio y las tomamos a borbotones… Esto lo dejo a consideración del lector, desde mi punto de vista todo lo que la tierra nos dé sin necesidad de procesarlo es más puro y va a ser más adecuado para nuestro cuerpo que cualquier pastilla hecha en un laboratorio.

Nos habían indicado por donde se situaba y teníamos que caminar aproximadamente 3 horas para encontrarlo, como dicen los mexicanos caminar por el desierto “Está cabrón wey”. Nos equipamos para pasar la noche por si teníamos la gran suerte de encontrarlo el primer día ya que la gente tardaba días en encontrarlo…

Al llevar un rato caminando me di cuenta que no era un desierto tan rudo con el Sahara, este es mucho más amable. En él, hay arboles llamados Mesquite que te ayudan si en algún momento necesitas descansar a la sombra. Caminamos y caminamos, nos decidimos ir a una dirección siguiendo las indicaciones pensando que estábamos en el lugar adecuado… pero no…

El sol despedía sus últimos rayos y le daba el lugar a la luna,

en ese momento nos dimos cuenta que teníamos que dejar de buscar… no tiene sentido buscarlo de noche… un poco decepcionados decidimos hacer una ceremonia con fuego para presentarnos al desierto y pedir permiso

En el camino de vuelta al hostel me di cuenta de que no era el día, acabábamos de llegar y quizás nos apresuramos un poco, estas cosas requieren calma y tranquilidad. Finalmente contenta por habernos adentrado al desierto y caminar en el…

Es un desierto hermoso.

Al día siguiente llega una pareja, españoles la chica resulto ser del sur, al ponernos a hablar descubro que es la mejor amiga de un gran amigo de Ibiza, y ahora os pregunto amores… ¿Qué posibilidades hay que me encuentre en un pueblo desértico tal resonancia? Pues evidentemente sólo una… Gracias a ellos nos adentramos en el desierto sin la necesidad de caminar horas buscando, ya que venían con coche…

La vida nos estaba facilitando la experiencia y la acogimos con gusto y agradecimiento.

Aparcamos el coche a una media hora de donde estaba el peyote, nos adentramos entre las gobernadoras a expensas de encontrar al llamado abuelito Hikuri como lo mencionan los Huicholes. Los Huicholes es un pueblo nómada que no ha sido gobernando y uno de los pocos pueblos indignas de México que todavía conservan tradiciones, lengua y cultura intacta. Al cabo de un rato el que nos había llevado hasta allí encuentra el primer Hikuri, que alegría encontrarlo, al verlo por primera vez me sobreviene una emoción de alegría y agradecimiento, lo cual me sorprende y agrada al mismo tiempo.

Mi compañero encontró cerca el siguiente e iban apareciendo poco a poco… El tiempo pasaba y yo no encontraba ninguno… Me empece a preocupar porque aunque el grupo lo hubiera encontrado, no lo había hecho yo personalmente y comencé a dudar en si realmente

era mi momento de comulgar con esa medicina… si era realmente lo que debía hacer…

Todos comentaban que ya tenían suficientes como para irse y yo les digo que aun no había encontrado ninguno… A los 3 minutos giro la cabeza y ahí está aparecen como 20 debajo de una gobernadora, emocionada llamo a los chicos para que vengan a verlos… Esto me dio dos lecciones:

La primera confía en el grupo, cuando se esta en unidad todos sois uno y la segunda fue que cada cosa a su tiempo. A veces queremos que todo sea ya, cuando nosotros queremos y a nuestra manera, sin darnos cuenta que todo es tremendamente perfecto y que sólo cuando estamos preparados para el siguiente paso, este llega. Aún no había tomado la medicina y ya me estaba enseñando…

Hikuri

Subimos al hostal y había escuchado que a parte de comerlo estaba bien hacerlo en té y que la medicina era muy suave… Después de mi experiencia con la Ayahuasca ( lo contaré en otro capitulo) la cual la hice con toda!! esta medicina no iba a ser menos, sabía que era mi momento y quería que me diera respuestas de lo que andaba investigando… Así que prepare el té con dos peyotes por litro y me llevaba 6 para tomar entre dos.

Preparamos las cosas para pasar la noche y mi amigo y yo nos adentramos de nuevo en el desierto, mi intención era caminar un tiempo prudencial para dejar atrás el pueblo y ubicarnos debajo de un mesquite lo suficientemente alto para poder hacer un fuego debajo y estar un poco resguardados del rocío.

Nos situamos en un mesquite en el que había suficientemente leña alrededor, mi amigo y yo estábamos apilando toda la leña que podíamos para pasar toda la noche ya que nos habían contado que era un viaje de aproximadamente 10 horas. Entre rama y rama noto que se acerca una nube negra y comienza a chispear… de repente empiezan a caer unos granizos en forma de diamante… y cada vez graniza más y más fuerte. Granizo en el desierto si eso no era un buen augurio… ¿Qué lo sería? Apasionada con el espectáculo meteorológico comienzo a grabar un video en el que se ve perfectamente que la nube esta encima nuestra y a lo lejos se ve un precioso arcoíris…

Qué belleza, los dioses nos estaban dando carta blanca para la experiencia que íbamos a llevar a cabo!!

Hikuri

Nos atrincheramos con la suficiente madera, y preparamos la hoguera, aun era de día como para encenderla así que tomamos la medicina para que fuera haciendo efecto antes de la puesta de sol, eran aproximadamente las 6 de la tarde. Saque los Hikuris de mi bolsita le di uno a mi amigo y el otro para mi, lo partí a la mitad y le di mi mitad a él y la otra mitad suya me la dio el a mi, simbolizando que estamos los dos juntos en esto y que somos una unidad. Nos agarramos las manos haciendo una espiral y le digo: –soy uno contigo y tu eres uno conmigo. Me voy introduciendo gajo a gajo la medicina en la boca, su sabor es tan amargo que te hace retorcerte, así continuo hasta comerme todo el peyote… Ya tenia la boca dormida

Al cabo de dos horas comienzo a notar algún efecto pero lo noto muy suave así que decidimos comernos otro y comenzar a beber té… Esta fue la decisión que hizo que empezáramos a despegar de este plano al que le llamamos planeta tierra

Una hora después estábamos totalmente sumidos en la experiencia, el fuego nos acompañaba en las imágenes y en los insites que estábamos recibiendo, cada uno de nosotros tenia sus respuestas y se desplegaban las dudas y aprendizajes que cada uno quería sanar en esa ceremonia. Los Marakames (Chamanes o sanadores de esa región) realizan estas ceremonias con cantos y se vela al fuego toda la noche, nosotros no lo hicimos con nadie que guiara la ceremonia, lo hicimos por nuestra cuenta pero queríamos acercarnos lo más posible a la tradición, así que el fuego estuvo prendido toda la noche, los cantos medicina estuvieron presentes y por supuesto el tambor.

El color del fuego era algo que me sorprendía, los Huicholes veneran al Venado Azul ahí entendí el porqué, el fuego era de un azul intenso y las imágenes que se representaban en el fuego era de animales pero sobretodo se observaba el venado. El cielo estaba perfectamente entrelazado con las estrellas haciendo una perfecta geometría en la que todas y cada una se conectaban con una fina linea, una enorme flor de la vida se desplegaba sobre nuestras cabezas.

Empece a interiorizar lo que la creación del mundo significaba, el fuego me hablaba era como si la pregunta y la respuesta fueran al unísono, y el que me hablaba era como un abuelo, antiguo y con muchísima sabiduría que poseía en su ser una tradición y una magia muy ancestral. Me mostró que la creación del hombre social se creo a partir del fuego y fue una decisión de ir dividiéndose e individualizándose, como no entendía el porqué pregunte:- Para que dividirse? – para que individualizarse?… me mostró la unidad, muchas veces hemos dicho la frase de

Todos somos uno

¿Que quiere decir esto? ¿Que quiere decir unidad? Ahí el abuelo fuego empezó a explicarme lo que significa… Todos, todos empezaron a venir y a conectar con esa experiencia… mis padres, amigos, familia, conocidos, gente famosa, políticos, todos… todos y cada uno eran parte de ese fuego y parte de mi, wow… no paraba de decir “en serio??? pero tanto???” Así es todos y cada uno… Llegaba un momento en el que era tal la expansión que comencé a entender… Pareciera que mi cuerpo se iba desintegrar con la materia de lo que entendemos por la palabra todo aunque incluso la palabra se queda corto para describirlo ya que esta mucho más allá de la misma… me empezó a dar vértigo y empece a contenerme y a pensar que tiene que haber un limite… cómo lo hacemos o como lo formamos… y ahí empecé a dividirme de la totalidad… Hasta que llegue a ser yo sola de nuevo… Estamos preparados para ser todos uno? o estamos en proceso de ello?…

El tiempo, uno de los mayores misterios y preocupaciones del ser humano… El tiempo que tanto nos trae de cabeza tantas veces… ¿Qué quiere decir la eternidad? Qué quiere decir lo infinito? Cómo una mente tan limitada puede llegar a percibir algo tan extenso o majestuoso? El abuelo empezó a mostrarme lo que eso significaba… el sentimiento de lo eterno era una hecatombe de sensaciones… así en esta eternidad te das cuenta de que lo que estás desarrollando en este preciso momento es lo más importante que puedes hacer, pues el tiempo no existe… Así que estas donde tienes que estar haciendo lo que tienes que hacer en este momento… NO hay un después NO hay un antes… Sólo única y exclusivamente un eterno AHORA… La expansión de la eternidad era tan extensa que llego un momento que me empezó a dar vértigo y a decir “En serio? Pero… tanto??” Y poco a poco fui volviendo a un tiempo el cual se mide en horas, minutos y segundos… Estamos realmente preparados para vivir todo el tiempo en la eternidad?? O estamos en proceso de ello?…

Pero que pasa con el bien y el mal abuelo?? Cada pregunta que hacia era un nuevo escenario que se extendía sobre mi pero que en realidad sólo estaba el fuego enfrente, era algo de reproducción interna. Se empezaron a exponer juicios observaba a mi compañero y por momentos se me desataba un amor y un deseo inalcanzable hacia él y a los segundos, casi simultáneamente un odio y un rechazo que iba mucho más allá tanto para un lado como para el otro de forma impensable… se me mostró como ese amor puede llegar a formar y crear cosas inimaginables y como ese odio es capaz de reventar con la propia existencia del ser humano… lo experimentaba desde una visión tan propia y vivencias que todo tenia un sentido aplastante… comprendí que todo es necesario para que sigamos evolucionando a nivel existencial, esencial y cósmica. Al ver hasta dónde se expanden el bien y el mal comencé de nuevo a preguntar… “En serio??? pero… tanto??” y así una vez más regresé al fuego del que nunca me había ido pero regresando a él con un conocimiento mayor.

La noche se retiraba para dar paso al día a lo lejos observábamos una linea muy finita la cual era dibujada por la luna y la claridad del día se iba abriendo camino a través de la arena, la vegetación y sobre nosotros. Estábamos en fase de aterrizar, decidimos comer algo y empezar a recoger de una forma muy lenta y sosegad. Habían pasado muchas horas, aproximadamente a las 11 de la mañana comenzamos a ir hacia el hostal. Contentos con nuestra experiencia, con el abuelo nos dirigimos hacia el centro neurálgico entre conversaciones de regreso, concluyendo con algunas conclusiones que a nivel interno nos valían a cada uno para su comprensión y evolución personal.

A veces las palabras se quedan cortas cuando el conocimiento es infinito… porque el infinito, es infinito.

Estamos preparados para el infinito? o estamos en proceso de ello?

Jugamos al espejo