Todos tenemos un lugar en el que al llegar sientes lo que el calor de hogar significa. Ese reflejo interior de casa, de guarida de refugio y de apapacho.

Un lugar donde eres tú en tu máxima potencia, donde puedes exportar y explotar todo tu interior hacía afuera, donde los otros te ven y tu los ves.

Donde el calor te llega tan adentro que hasta un desnudo pasa desapercibido, se normaliza e incluso es adecuado.

Donde el estilo las creencias, ideologías o razas se rompen en una unión sin fin de diversión, espiritualidad, magia y belleza.

Donde las puestas de sol son capaces de bajar el sonido al club más caro, sofisticado y exitoso ya que como es lógico la importancia de lo sencillo, natural y necesario cobra más importancia.

Donde la energía te vapulea y te envuelve hasta que aprendas, la que te lleva sin titubeos hacia momentos de avance y retorno sin cesar, hasta que llegue el momento del siguiente paso.

Donde mis pies están negros todo el verano porque amo el suelo arcilloso que acaricia cada poro de mi piel, la arena envuelve mi forma y la sal de mar endulza mi piel.

Aquel lugar donde mi reflejo interno es hermoso desde sus playas, sus mares, sus gentes… Donde aparece la familia elegida, haces tribu y comunión.

Aquel lugar donde al aterrizar se me llenan los ojos de lagrimas, las cuales consigo contener ya que mi creencia me indica que no es para tanto…

¿Sabes qué?

Claro que lo es!! Es mi reflejo de hogar, un lugar al que llaman isla blanca… Hogar ibicenco… esto es lo que significa para mi mi hogar…

Esto es lo que esta isla escorpiana tiene para mi y me refleja…

¿Cómo es tu reflejo de hogar?